¿Cómo nos enfrentamos a la pérdida de un empleo y recolocarnos laboralmente? ¿Basta sólo con buscar?

En muchas ocasiones, más allá de contar con una carrera profesional terminada, tal vez alguna especialización de postgrado, o incluso con un Magíster; podríamos encontrarnos en la difícil situación de perder un empleo. Esto puede darse debido a diversas circunstancias que responden al entorno económico, situación que atraviesa la empresa, un término de contrato sin posibilidad de renovación, o tal vez por un error que cometimos y del que no fuimos conscientes. Sea cual fuera la causa, ¿Cómo hacer de esta difícil situación una oportunidad para salir adelante?

¿Basta con postular a las diversas empresas de mi interés y participar en todas las entrevistas que sean posibles?

Si bien es cierto “el que persevera alcanza”, hay que definir estrategias para hacer que dicha perseverancia sea orientada con un objetivo claro y asertivo. Con una adecuada planificación, este impase puede ser visto como una oportunidad de reenfocarnos y hacer un alto para entender a ciencia cierta qué es lo que buscamos en un empleo, en qué tipo de empresa y si ésta va a poder darnos esa sensación gratificante que requerimos para trabajar motivados, cómo lo estamos haciendo y qué compromisos asumiremos al conseguir nuestro objetivo.

Algunas recomendaciones que les brindamos cuando estén en búsqueda de una nueva oportunidad laboral son las siguientes:

  • Investigar previamente a dónde postulamos, identificando si los valores y cultura corporativa de la empresa son congruentes con los propios
  • En el caso de publicarse una vacante, debemos postular cuando realmente calcemos con el perfil de experiencia funcional y de competencias (desarrolladas) de la posición que pretendemos conseguir para no generarnos falsas expectativas
  • De conseguir una entrevista, ser transparentes sin exagerar nuestras habilidades blandas y siendo capaces de reconocer nuestras áreas de mejora
  • Tu presentación personal debe ser impecable, formal pero sin llegar a la exageración. Recuerda que como te ven te tratan y esa es tu primera carta de presentación.
  • Ser conscientes que además del lenguaje verbal, el no verbal puede soportar nuestras ideas o contradecirlas y es algo que no podemos advertir si no nos sinceramos en el proceso
  • Conocer cómo gestionar nuestras emociones y miedos para mostrarnos con tranquilidad ante el entrevistador y haciendo uso de la inteligencia emocional a lo largo del proceso
  • Empatizar es un paso clave. Imagina qué es lo que espera el entrevistador para el puesto al que postulas para ajustarte a sus expectativas con transparencia

Esperamos que estas recomendaciones te sean útiles.

Éxitos en tu búsqueda!!

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